Por Fernanda Robledo
El avance de la inteligencia artificial (IA) ha revolucionado sectores como la industria, la medicina, la educación y el entretenimiento. Sin embargo, esta transformación digital también trae consigo una creciente preocupación: su impacto ambiental.
Energía eléctrica, dióxido de carbono y agua: el costo de la IA
Los modelos de IA requieren enormes cantidades de datos y potencia computacional para entrenarse, lo que implica un alto consumo energético. Según estudios recientes, entrenar un solo modelo de IA avanzada puede generar tantas emisiones de carbono como cinco automóviles durante toda su vida útil.
Pero el problema no termina ahí. La IA también tiene un elevado consumo de agua. Los centros de datos que alojan los servidores utilizados para entrenar estos modelos necesitan sistemas de enfriamiento que, en conjunto, consumen millones de litros de agua cada año. Empresas tecnológicas han sido criticadas por este uso intensivo de recursos, especialmente en zonas con estrés hídrico.
Respuestas desde la política internacional
Frente a esta realidad, varios organismos internacionales están comenzando a diseñar estrategias para mitigar el impacto ambiental de la IA. La Unión Europea, por ejemplo, ha promovido políticas tecnológicas sostenibles dentro de su estrategia de IA, incentivando centros de datos más eficientes y modelos menos demandantes tanto en energía como en agua.
Del mismo modo, acuerdos, es decir, pactos formales entre países u organismos internacionales que establecen compromisos concretos, como el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, han subrayado la necesidad de reducir el uso de recursos naturales, incluyendo el agua utilizada por la industria tecnológica.
¿Qué soluciones se están planteando?
Entre las principales propuestas destacan:
• Uso de energías renovables en los centros de datos.
• Algoritmos más eficientes, que requieran menos energía para entrenarse. • Reciclaje de agua en los sistemas de enfriamiento.
• Normativas globales para regular el impacto ambiental de la IA. Sostenibilidad y desarrollo tecnológico ¿Van de la mano?
El desarrollo de la inteligencia artificial no puede estar desligado de la sostenibilidad. Si bien la IA tiene el potencial de transformar el mundo, su crecimiento debe ir de la mano de políticas que aseguren un equilibrio entre innovación y respeto por el medio ambiente.
El impacto ambiental de la inteligencia artificial es cada vez más evidente, pero sigue sin ser una prioridad para gobiernos y empresas. Mientras siga en el crecimiento sin control, el daño al planeta continuará. Es necesario que, como sociedad, exijamos un uso más responsable y políticas que protejan el medio ambiente. Solo así será posible garantizar que los avances tecnológicos no comprometan el futuro del planeta.








Deja un comentario